Hay novelas que cambian nuestro mundo interior. De ahí que las novelas sobre psicología nos ensanchen la mente y nos hagan crecer tanto, pues lo mismo que de las novelas históricas aprendemos historia mientras nos divertimos con la trama, con las novelas basadas en la psicología, además del momento de ocio, nos llevamos también grandes dosis de sabiduría.
Hoy quisiera destacar tres títulos que me parecen necesarios por la temática que abordan:
- Dicen los síntomas, de Bárbara Blasco.
- El maestro de almas, de Irene Nemirovsky.
- Lluvia seca, de José Luis Parise.
Dicen los síntomas, de Bárbara Blasco
Bárbara Blasco ha reconocido en alguna entrevista que, gracias a esta novela, por la que le otorgaron el prestigioso Premio Tusquets, ha encontrado su vocación. Previamente se había dedicado a oficios como teleoperadora, dependienta, camarera, ayudante de mago o empleada de gasolinera. Gracias al Tusquets ya puede «echarse a dormir». Que una novela de una escritora amater haya ganado tal premio solo puede dar a entender que es una gran novela.
Dicen los síntomas, como apunta Salva Robles, «es una novela que duele y cura, que lacera y alivia. Te pone un espejo delante y te obliga a mirarte en algo que nuestro ego soporta pocas veces: la sinceridad, la más objetiva de las miradas. Bárbara Blasco pone nuestro yo desnudo frente al reflejo, algo que nos pasamos la vida evitando porque se soporta más el prejuicio de los otros -que siempre puede ser impugnado o rebatido- que nuestra propia mirada incontestable; al mismo tiempo, construye una historia que tiene dentro cataratas de escritura perturbadora.
»Su prosa es (aparentemente) sencilla, detrás de esa sencillez ficticia se esconde un magma de temas que nos conciernen y varios retratos psicológicos tratados con sabia ironía y hermosa profundidad, dejando perforado y atravesado al lector que, inevitablemente, sale del libro vapuleado y, también -menos mal-, retribuido y recompensado».
El maestro de almas, de Irene Nemirovsky
Corren los años treinta. Darío Asfar, un joven médico de clase baja originario de Crimea, se instala en Niza junto a su mujer y su hijo recién nacido en busca de una vida mejor. En un primer momento, Darío lucha por conseguir una clientela fija; sin embargo, sus orígenes sólo inspiran rechazo y desconfianza en la población nicense de la época. Esta situación le empuja a buscar caminos alternativos para sacar adelante a su familia: es entonces cuando observa las grandes posibilidades de hacer negocio mediante el uso del psicoanálisis, aplicado a las clases altas de la sociedad.
Darío descubre que la enfermedad más común entre los burgueses es la enfermedad del alma; a partir de aquí y sirviéndose tanto de su profesión como de sus dotes en el campo de la psicología, comienza a tratar a sus pacientes, principalmente mujeres llenas de miedos y obsesiones pero, sobre todo, de una absoluta infelicidad.
Lluvia seca, de José Luis Parise
La reservación indígena del pueblo se encuentra abrazada por las llamas, y en su intento desesperado de ayudar a sus antepasados, Lucio olvida por un momento su educación estrictamente europea y de pronto se ve realizando aquella práctica milenaria que su abuelo le había llegado a transmitir en los pocos años que compartieron en su infancia.
Ese ritual para hacer llover será el inicio de un viaje interior que lo llevará a rescatar, una a una las enseñanzas chamánicas de las que su querido “Nagüelo” le había hecho depositario… para lo cual tendrá que vencer las más arraigadas resistencias y prejuicios encarnados en su familia –deseosa de ocultar aquellas raíces- y en él mismo.
El viaje interior, se proyecta en un viaje al mundial de fútbol de Francia 98 , en el cual, de la mano de Juan –psicoanalista y profesor universitario- y de Elissa –guía de turismo enrolada en toda moda new age- descubrirá las claves que para el nuevo milenio que se avecina se guardan en la historia más oculta de ese continente y de todo occidente: La verdadera historia de cristo Historia que mientras va siendo desvelada en todos sus detalles… lo conecta cada vez más inequívocamente con las enseñanzas indígenas del Nagüelo… revelando así una fuente en común de toda la sabiduría oculta de la humanidad.
