Por último, estoy a la espera de que una compañía de teatro y una productora se hagan con los derechos de representación del que será mi segundo drama, titulado El Premio, una reflexión acerca de la dicotomía ‘artista/persona’: cuando decidimos asistir a un espectáculo o consumir un producto, ¿influye la vida moral del autor o del intérprete?, ¿han de ser estos moralmente intachables para que recibamos su arte como espectadores? ¿Somos esclavos de nuestras palabras en las redes sociales? ¿Se les exige a los artistas famosos mayor pulcritud moral que al resto de los mortales? ¿Es lícito juzgar a una persona por un hecho que aconteció veinte años atrás? ¿Es esa persona la misma persona que hace veinte años? ¿Tienen las personas derecho a no ser esclavas de los errores de su pasado? Por último, el éxito como meta a toda costa entre los profesionales del mundo de la Cultura, ¿es un lastre para su salud mental? 

Estos son mis galones literarios. Pero también soy periodista, estudié Periodismo en la Universidad de Sevilla y he dirigido durante siete años un periódico comarcal en la provincia de Huelva. También fui redactor del diario onubense Odiel Información, además de columnista en El Periódico de Huelva.  

Actualmente ejerzo la docencia en Secundaria y Bachillerato, donde imparto clases de Literatura en un centro de Marchena (Sevilla). 

Y un apunte más: en verano resido en Asturias. Lo mío y Asturias fue un amor a primera vista; de hecho, las historias de muchos de mis textos transcurren en lugares asturianos.