«Muchas vidas, muchos maestros», un libro de Brian Weiss que cambió mi vida para siempre

Allá, en el año 2013, cayó un libro en mis manos, uno de esos libros que cambian la vida de una persona para siempre. Un libro de Brian Weiss titulado Muchas vidas, muchos maestros. Desde entonces, mi concepción acerca del sentido de la existencia sigue un rumbo radicalmente diferente.

Brian Weiss es un psiquiatra norteamericano que en los años 80 estuvo a punto de volverse loco cuando descubrió, mediante la técnica de la hipnosis regresiva, que una de sus pacientes podía recordar momentos de vidas pasadas, hasta el punto de describir con pelos y señales escenas nítidas de muchos siglos atrás. La paciente logró encontrar el trauma que le afectaba a su vida actual tras descubrir que en una de sus primeras encarnaciones había muerto ahogada queriendo salvar a su hijo, de ahí su fobia al agua en la vida presente. Más adelante, en las sucesivas sesiones de hipnosis regresiva, fue constatando sus diversas reencarnaciones, de modo que el psiquiatra no tuvo por menos que considerar que la reencarnación de las almas es un hecho real.

El fenómeno indiscutible de la xenoglosia

Por si alguien duda de este hecho, algunos de los pacientes han experimentado el llamado fenómeno de la xenoglosia, consistente en hablar lenguas ajenas o desconocidas (incluso lenguas muertas) por el paciente. Es el caso de quien comenzó a hablar perfectamente griego antiguo cuando su idioma materno era el inglés y no tenía el más mínimo conocimiento de la lengua griega. Este fenómeno se escapa al método científico y es un paso indiscutible a la hora de asumir que la tradición judeo-platónica que contempla la existencia de un ente llamado «alma» o «espíritu» está muy cerca de ser una realidad constatada.

Muchos cuerpos, una misma alma, otro libro de Brian Weiss

He leído casi todos los libros de este autor, pero destaco, tras el éxito de Muchas vidas, muchos maestros, otro que utiliza la misma estructura titular: Muchos cuerpos, una misma alma, obra donde el psiquiatra expone numerosos ejemplos de experiencias de pacientes que relatan momentos de sus vidas pasadas. Puedo destacar, a modo de ejemplo, aquel paciente que, sin saber por qué, había dedicado su vida a la causa proisraelí. Resulta que tras una regresión, descubrió que había sido oficial de las SS nazis y se había encargado de matar a más de un judío.

A continuación expongo un fragmento de esa parte del libro:

Probamos la psicoterapia convencional, explorando su infancia en esta vida, pero las causas de la rabia y la ansiedad que sufría no parecían estar ahí. Aceptó intentar una regresión.

–Vuelva al momento y al sitio en el que surgió por primera vez su ira,– requerí en cuanto entró en un estado hipnótico profundo. No quise orientarla más. Ella misma elegiría el tiempo y el lugar.

–Estoy en la Segunda Guerra Mundial,– anunció con una voz grave y masculina, sentada muy erecta y con gesto de incredulidad. –Soy un oficial nazi, miembro de las SS. Tengo un buen trabajo. Me dedico a supervisar la carga de judíos en los vagones de ganado que les llevarán a Dachau, donde van a morir. Si alguno intenta huir, le pego un tiro. No me gusta hacerlo. No es que me importe matar a una de esas alimañas, sino que no me gusta nada perder una bala. Son caras. Nos han ordenado ahorrar munición siempre que sea posible.

Aquella despiadada letanía se contradecía con el horror mal disimulado de su voz y el ligero temblor que había hecho presa en su cuerpo. Como oficial alemán, puede que no sintiera nada por la gente que mataba; como Evelyn, al recordarlo, sufría un tormento.

He descubierto que la forma más segura de acabar reencarnado como miembro de un grupo concreto de personas (ya sea una religión, una raza, una nacionalidad o una cultura) es haberlo odiado en una vida anterior, haber demostrado prejuicios o violencia contra ese grupo. No me sorprendió que Evelyn hubiera sido nazi. Su vehemente postura proisraelí en esta vida era una compensación por el antisemitismo de entonces que ella había acabado convirtiendo en una sobrecompensación. El odio que había sentido por los judíos se había transformado en una animadversión igual de intensa hacia los árabes. No era de extrañar que se sintiera ansiosa, frustrada y deprimida. No había avanzado demasiado en su travesía hacia la salud.

Brian Weiss en mi novela Abracadabra

Y todo viene a cuento de que en mi próxima novela, Abracadabra—Historia de una resurrección, uno de los personajes protagonistas, contará su historia basándose en los descubrimientos de Brian Weiss. Para información del lector, diré que no me hecho una hipnosis regresiva, pero sí he contactado con una profesional de la parapsicología que me sorprendió al revelarme que yo, José Domingo Mora, estoy viviendo mi vida número 23. Es más, me relató detalles de mis 22 vidas anteriores. Pero esto lo dejaré como un asunto personal.

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